Hacia un nuevo paradigma energético
Ahora que Galicia y España, en sintonía con el resto de Europa, apuestan decididamente por la recuperación del sector industrial cuantificado en el ansiado 20% del PIB en 2020 la energía adquiere especial importancia. Además de su peso específico dentro del sector, los costes energéticos son fundamentales para la competitividad de nuestras empresas pues la energía es en muchas ocasiones el segundo coste empresarial superado sólo por los salarios.
Es obvio el importantísimo papel de la eficiencia energética en esta reindustrialización que pivota sobre la Fábrica 4.0, basada en la innovación y en la automatización.
Galicia es hoy una potencia energética con inmensos recursos eólicos e hidráulicos, sus grandes centrales térmicas, su refinería, su planta de regasificación y un enorme potencial para generar energía, en cada metro cuadrado de su suelo, para autoconsumo a través de energías renovables: eólica, solar, geotermia, biomasa o energías del mar.
Además de estos inmejorables recursos se necesita una infraestructura de evacuación que permita la llegada de nuestra energía al último rincón de la Unión Europea. El aumento de la capacidad de interconexión eléctrica de Galicia con el resto de España y con Portugal y de España con Francia, ya en marcha, es totalmente necesario para converger hacia un Mercado Europeo de la Electricidad.
La energía distribuida y el autoconsumo son imparables, frenar su desarrollo impide repetir el éxito tecnológico de la década pasada cuando España se colocó a la vanguardia internacional en innovación en renovables. El almacenamiento energético también ofrece grandes oportunidades para la innovación que deben ser aprovechadas, al igual que el internet de la energía, la tecnología que nos permite hacer una generación “a la carta” y un consumo mucho más inteligente e individualizado, basado en la comunicación bidireccional entre generador y consumidor, que en muchas ocasiones serán el mismo.
El vehículo eléctrico también es pieza clave en este nuevo escenario energético, pues además de aprovechar la generación eléctrica no gestionable que tantos quebraderos de cabeza está dando, disminuirá la contaminación en nuestras ciudades y revolucionará el sector de la automoción, con tanto peso en la industria y la innovación de Galicia.
En este nuevo de Galicia no puede faltar el importante papel del mar. La actual participación gallega en proyectos de eólica offshore es una gran noticia, pero para reforzarla es necesario el apoyo de la administración a proyectos experimentales en nuestras costas que permitan situar a Galicia en la vanguardia tecnológica de las energías del mar para que facilite a nuestra industria, naval y eólica, la entrada en las cadenas de suministro de los grandes proyectos europeos.
Editorial del número 16 de Dínamo Técnica, revista gallega de energía.
Autores: Fernando Blanco Silva, Roberto Carlos González Fernández y Oriol Sarmiento Diez