Entrevista a Fernando Blanco, “ingenieros industriales, profesionales de referencia en el ámbito energético”
Después de ocho años Fernando Blanco Silva dejará en unas semanas de ocupar el puesto de delegado en Santiago de Compostela del Ilustre Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Galicia (ICOIIG). Fernando Blanco Silva es ingeniero industrial, economista y doctor en desarrollo sostenible con una importante trayectoria en el ámbito energético.
¿Cuál ha sido el balance de estos años al frente de la Delegación?
Considero que es positivo, porque en 2013 el Colegio estaba en una posición económica muy complicada, se habían realizado despidos y existía una gran incertidumbre en cuanto a la supervivencia de las delegaciones en las ciudades pequeñas. Hoy nos hemos consolidado, hemos aumentado el número de colegiados y tenemos una gran actividad colegial. Considero que la Delegación ha tenido un avance espectacular a lo largo de los últimos ocho años.
¿Cómo considera que ha cambiado la Delegación en estos años?
Ha habido grandes cambios, hemos conseguido una presencia continua en la ciudad, mediante la realización de decenas de actividades divulgativas y formativas durante todos estos años.
¿Cuál es el papel de la energía en estas actividades?
La energía fue el eje principal de las actividades realizadas en Santiago. La mayoría de estas actividades fue exclusiva para colegiados como los desayunos, aunque otras como las jornadas divulgativas fueron abiertas, participando en ellas cientos de personas. Las dos Noites da Enerxía o los Summer Energy Networks son buenos ejemplos en los que se fomentó el intercambio de ideas con otros profesionales del sector.
¿Se han conseguido cambios significativos en la idea que el ciudadano tenía del ingeniero industrial en el sector energético?
Yo considero que sí. Gracias a la presencia mediática del Colegio en medios de comunicación o redes sociales hemos conseguido hacernos los profesionales de referencia en el ámbito de la energía; pero también en otros ámbitos de nuestra profesión como la transformación digital, la mecánica o en general ámbitos de toda la industria, esto se ha conseguido gracias al trabajo conjunto de todo el Colegio.
¿Qué ha quedado pendiente en estos años?
Considero que abrirnos al resto de ingenieros superiores que hay en Santiago. La puesta en marcha del Consello Galego de Enxeñerías supone un hito histórico en la colaboración entre estas profesiones que debía ser transmitido a todos sus profesionales. En Santiago sólo hay una delegación de estos colegios profesionales, por lo que deberíamos avanzar hacia convertir nuestra delegación como la delegación de los ingenieros navales, de minas, de caminos, aeronáuticos, telecomunicaciones, ICAI, montes y agrónomos.