Entrevista a Pablo F. Soneira, “ingenieros industriales, punta de lanza para la nueva movilidad”.
Pablo Fernández Soneira es ingeniero industrial con una sólida experiencia en el sector energético y en el sector de la automoción. En los inicios de su carrera profesional colaboró en la mejora de la eficiencia energética del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense. Posteriormente dio el salto al mundo de la automoción donde ha participado en el lanzamiento industrial de 8 vehículos, 4 de ellos eléctricos. Actualmente trabaja en el desarrollo con un grupo automovilístico francés de varios vehículos eléctricos de próxima generación que verán el mercado en 2024.
Compagina esta trayectoria profesional con su dedicación a defender los intereses de los ingenieros industriales gallegos. En la actualidad es subdelegado de la delegación de Vigo del Colegio de Ingenieros Industriales, dónde además dirige la Comisión de Cultura y Formación desde 2018. También ha sido elegido vicepresidente del Comité de Jóvenes del Instituto de la Ingeniería de España.
¿Cómo ves el cambio de paradigma hacia la movilidad eléctrica?
Creo profundamente que el sector de la movilidad debe aprovechar esta oportunidad para ser más ambiciosos que simplemente cambiar un motor de combustión interna por uno eléctrico.
Si conseguimos electrificar buena parte del parque automovilístico y la generación de esta energía es de huella de carbono neutra, mejoraremos mucho la calidad del aire de nuestras ciudades y ayudaremos claramente al clima. Pero, seguiremos atrapados en los mismos atascos (algo más silenciosos eso sí) y con una pésima calidad de vida al convertir el trayecto de 20 minutos en uno de casi una hora.
Acabo de volver de pasar algo más de una semana en Madrid, no me desplacé en metro o coche por la ciudad, solo utilicé una bicicleta eléctrica. No me dejó de sorprender la cantidad de atascos kilométricos que había y la poca presencia de un vehículo tan polivalente como las bicicletas eléctricas, un vehículo ideal para hacer un desplazamiento de 5-15 km diarios y olvidarse de los atascos. Aunque es cierto que la infraestructura no ayuda y la falta de carriles bici no genera efecto llamada.
La movilidad tiene que dejar atrás el coche como eje fundamental de la misma para centrarse en la combinación de medios. Carsharing eléctrico, e-bike y transporte público son las tres puntas de lanza de la movilidad del futuro. Bien combinadas cambiarán para siempre el aspecto de nuestras grandes ciudades. Pasando de ser urbes donde en la calle el coche es el rey para convertirse en espacios para la comunidad.
Este cambio no es sencillo ya que mucha gente debe evolucionar su estilo de vida, y esos cambios cuestan, pero si se está haciendo ya realidad en países como Alemania, Francia o Países Bajos, estoy seguro de que España no será la excepción europea.
Hay mucho por hacer, pero esto ha de verse como una oportunidad, hay muchas oportunidades de negocio.
¿Cómo crees que va a afectar a la industria gallega relacionada con la movilidad?
En Galicia contamos con múltiples empresas dedicadas al sector de la movilidad. Todas han comenzado a incorporar oferta eléctrica en sus catálogos, algunas ya en mercado como Stellantis, y otras en fases avanzadas de desarrollo, incluso en vehículos tácticos.
Grupos como Stellantis disponen en España de empresas dedicadas al mundo del carsharing que no dejan de crecer. Es importante que Galicia consiga captar la fabricación de algunos de estos modelos ya que su futuro es prometedor y de largo recorrido.
Cierto es que nuestra Comunidad carece de uno de los elementos más codiciados hoy día por los diferentes países europeos, una fábrica de baterías, contamos con una red de proveedores y distribuidores de primer nivel. Con reservas de litio en el norte de Portugal, Galicia está en un lugar privilegiado para albergar esa planta y con ello convertirse en punto de referencia de la movilidad eléctrica europea.
¿Qué papel tienen los ingenieros industriales en la movilidad sostenible?
Creo que los ingenieros industriales tenemos la capacitación idónea para ser la punta de lanza de la nueva movilidad. A fin de cuentas, gestionar una red de movilidad urbana no deja de ser como encauzar una red logística con picos de producción (horas punta) y cuellos de botella a optimizar.
Las ciudades no dejan de cada vez ser más densas, que todo el mundo utilice el coche es virtualmente imposible si se quiere tener una calidad de vida mínima. Debemos colaborar en el replanteamiento y crecimiento de nuestras ciudades desde un punto de vista donde el coche no sea el rey, sino la movilidad en sí. Siendo parte del desarrollo de ordenanzas urbanas, planeamiento de redes de transporte público y ubicación de los puntos de recarga de los vehículos eléctricos.