Planificación Eléctrica en el horizonte 2026
La Planificación Eléctrica para el horizonte 2026, documento de carácter vinculante, define las infraestructuras de la red de transporte de electricidad de los próximos años. Tiene ligada a una inversión de 6.964 millones de euros y se calcula que supondrá un ahorro de más de 1.600 millones anuales.
La Planificación atiende a principios clásicos, como garantizar la seguridad de suministro o reducir las restricciones técnicas, e introduce nuevos criterios. Entre ellos la maximización de la penetración de renovables con el menor impacto ambiental o la optimización de las redes gracias a nuevas tecnologías, como baterías plenamente integradas en la red.
Por primera vez la participación pública ha sido fundamental. Se han recibido más de 3.200 alegaciones de ciudadanos, empresas y administraciones. Es fundamental el papel de la red de transporte en el éxito de la transición energética.
El procedimiento de evaluación ambiental estratégica de la Planificación ha avanzado de forma paralela al diseño de la Planificación, y también con participación pública. Se ha incorporado desde el principio la dimensión ambiental.
Maximizar la penetración de las energías renovables
Para priorizar la evacuación de las renovables en zonas óptimas, con elevados recursos y baja sensibilidad ambiental, se ha aplicado una metodología pionera de catalogación. Se podrán conectar 37.000 MW de nuevas instalaciones renovables y sólo el 13% requerirá nuevas subestaciones para conectarse. La penetración de las renovables alcanzará el 67% en 2026, de acuerdo con la hoja de ruta establecida por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que prevé una penetración del 74% en 2030.
Para maximizar la utilización de la red existente, renovando y ampliando su capacidad, se utilizarán nuevas tecnologías, como baterías o compensadores síncronos. Son elementos presentes por vez primera en una Planificación. Las mejoras de redes ya existentes beneficiarán a 8.000 kilómetros de red. A ellos se sumarán 2.700 kilómetros de nuevas líneas y 700 kilómetros de interconexiones submarinas. Sólo cuando la ampliación y repotenciación de las subestaciones y líneas existentes no puedan dar respuesta a las nuevas necesidades, se han planteado nuevos ejes de transporte.
Principales partidas inversoras
La Planificación supone una inversión total de 6.964 millones en infraestructuras con una media de 40 años de vida útil. Una vez en servicio, permitirán un ahorro de costes al sistema eléctrico superior a los 1.600 millones anuales.
- La mayor partida inversora se destinará a la integración de renovables y a mitigar las limitaciones de la red de transporte que impedirían su aprovechamiento. Será el 27% del total, con casi 1.900 millones.
- Las interconexiones con otros países recibirán cerca del 18% de la inversión. Corresponden al proyecto submarino con Francia por el Golfo de Vizcaya, al enlace con Portugal por Galicia, una tercera conexión con Marruecos y a una nueva conexión con Andorra. Suponen un total de 1.500 millones.
- La partida para garantizar la seguridad, calidad y fiabilidad del suministro, incluyendo refuerzos para el apoyo a la red de distribución o la alimentación de líneas ferroviarias, supone 1.550 millones.
- Los enlaces no peninsulares, todos ellos submarinos, en las Islas Baleares, las Islas Canarias y Ceuta, contemplan 1.500 millones.
Palanca para la recuperación económica
Sara Aagesen, secretaria de Estado de Energía, fue la encargada de presentar esta Planificación Eléctrica. Fue el pasado 24 de febrero en la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico del Congreso de los Diputados.
La secretaria ha recalcado que “Este plan contribuirá a seguir garantizando el suministro eléctrico con altos niveles de calidad e impulsará la integración del sistema eléctrico español en el Mercado Interior de Electricidad Europeo. La inversión definida en la planificación supondrá importantes ahorros para el conjunto del sistema eléctrico y contribuirá a la creación de actividad y empleo industrial, suponiendo así una palanca para la recuperación económica del país”.
Desde una perspectiva macroeconómica, cada 10 millones de inversión generarán 15 millones de actividad industrial e incrementará seis millones el PIB. Se contempla como un catalizador y un dinamizador de la actividad económica que activará sectores asociados a la fabricación e instalación de infraestructuras eléctricas.