El objetivo de instalar 3 GW de eólica marina a 2030, marcado en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), presenta un reto principal: desarrollar una normativa lo antes posible. Solo avanzar en un marco regulatorio y una planificación permitirá que se activen los trabajos de desarrollo de los primeros parques.

Para Galicia, la eólica marina supone una oportunidad única para liderar este desarrollo y aprovechar sus capacidades para convertirse en un verdadero hub industrial y de desarrollo tecnológico. La Comunidad dispone ya de un importante tejido industrial relacionado con la eólica marina, en base a los trabajos realizados en el astillero de Fene, y de unas infraestructuras logísticas preparadas para el desarrollo de esta tecnología.

Esta industria offshore está preparada para abordar, ya no sólo el desarrollo de los futuros parques eólicos de España, sino también, tal como hace en la actualidad, una parte muy significativa de la potencia eólica offshore que se está desarrollando en otros mercados como Reino Unido, Holanda, Alemania o Estados Unidos. Además, la tecnología flotante es una solución disruptiva que permite la apertura de múltiples mercados dónde actualmente no se desarrolla esta tecnología debido a la profundidad de sus costas.

El sector se queja, y así lo ha transmitido el presidente de la AEE, Juan Diego Díaz, durante la inauguración del II Congreso Eólico Marino, que se celebra este 7 y 8 de noviembre en Las Palmas de Gran Canaria, de la dependencia de la regulación y la planificación, lo que motiva un retraso en el desarrollo de la eólica marina con respecto a otros países europeos.