¿Es oportuno extender la vida de las centrales nucleares en España?
Aunque más del 50% de la energía eléctrica producida en España proviene de fuentes renovables, la tecnología nuclear contribuye con alrededor del 20%. Frente a la intermitencia de las renovables, la capacidad de generación de la nuclear es garantía de abastecimiento eléctrico. No libera gases tóxicos o emisiones contaminantes y es una alternativa madura a los combustibles fósiles, por lo que reduce la dependencia energética de España de los países productores de petróleo.
En su contra, la energía nuclear produce residuos a partir del material utilizado, el uranio, que tiene una alta radioactividad y una vida media muy elevada y además siempre preocupan los posibles accidentes o fugas. En el recuerdo está el accidente de la central nuclear de Fukushima (Japón) de 2011.
En un contexto en el que Europa busca reducir las emisiones de CO2 mediante las energías renovables, la crisis energética por la dependencia del gas ruso ha impulsado también la consideración de la energía nuclear en la taxonomía verde. Un posicionamiento que generó el rechazo del Gobierno de España, que tiene planes de cierre para varias de sus centrales nucleares entre 2030 y 2035.
Este mes de mayo, el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid (COIIM), a través de su grupo de expertos de la Comisión de Energía, ha hecho pública una nota en la que aboga por extender la operación de las centrales nucleares en España para mantener el actual mix energético.
En un contexto en el que la opinión pública es importante, siendo la seguridad y la gestión de residuos nucleares preocupaciones clave, estos expertos defienden que el debate sobre la energía nuclear no debería ser ideológico.
También enfatizan sobre la importancia de mejorar la comprensión pública sobre la energía nuclear y reforzar la confianza en el regulador nuclear. Además, piden trabajar sobre la viabilidad económica que supone prolongar la vida útil de las centrales nucleares y sugieren un acuerdo de compra de energía asegurado hasta el cierre definitivo, a través de PPAs.
La planificación es crucial, ya que se requieren varios años para preparar el desmantelamiento y garantizar una operación segura a largo plazo. Por ello, este año 2024 puede ser crucial para decidir sobre la ampliación de la vida útil de las centrales nucleares.
Fotografía: Central nuclear de Trillo, Guadalajara. Fuente: Endesa.