Las redes eléctricas, elemento crítico para la transición energética
La Asociación para la Transición Energética (ATE) ha elaborado un documento en el que se analizan la necesidad, la urgencia y los desafíos de las redes eléctricas en España. El trabajo ha sido coordinado por la secretaria general de la asociación, María Jesús González, con un equipo de expertos pertenecientes al Comité de Energía y Recursos Naturales del Instituto de Ingeniería de España.
La transición energética requiere una serie de actuaciones necesarias como son el progresivo cambio del mix energético, el desarrollo urgente de las tecnologías de almacenamiento energético, las innovaciones tecnológicas para el ahorro energético y la necesidad de contar con unas redes eléctricas adecuadas, adaptadas a las diferentes zonas de generación y demanda.
Respecto a este último punto, no cabe duda de que es necesario disponer de una red eléctrica robusta que permita que la electricidad renovable llegue a todos los puntos de consumo que quieran electrificarse. Sin ella, no será posible conseguir los objetivos de descarbonización marcados para 2030. Para conseguirlo se requiere:
- Anticipar las inversiones que el sistema eléctrico va a necesitar y no atender petición a petición de manera individual.
- Una inversión en redes eléctricas mucho más ambiciosa que la actual, duplicando las cifras actuales, y eliminando el límite legal de inversiones en redes eléctricas con el objetivo de reforzarla, modernizarla y ampliar sus conexiones.
- Establecer un marco retributivo más simple, estable y predecible.
- Establecer una tasa de retribución financiera adaptada al contexto actual.
- Disponer de una planificación flexible que se revise de manera ágil para que se pueda dar respuesta rápida a las nuevas necesidades de conexión de generación y consumo.
El documento recomienda la revisión de planes de desarrollo de red cada 2 años y advierte de que el plan vigente (2021-2026) esta en revisión actualmente y es una oportunidad para incluir las actuaciones necesarias.
También advierte que de no dar accesos a las solicitudes de las industrias en el tiempo requerido, estas industrias no se implantarán. Por ese motivo, es necesario adecuar la normativa de planificación actual tanto para la red de transporte como para la de distribución al nuevo paradigma de producción, distribución y demanda de electricidad. Cuando no hay claridad o certeza sobre los plazos y costes de conexión, los nuevos proyectos industriales se estancan o se abandonan perdiéndose oportunidades industriales.
Por último, concluye que es imperativo revisar el sistema retributivo para las empresas. Se debe establecer un mecanismo claro y transparente que refleje adecuadamente los costos y riesgos asociados a la gestión de las redes de transporte y distribución y que proporcione una rentabilidad justa y competitiva.
¿Te interesa el sector energético? Suscríbete al Newsletter de Dínamo Técnica.