Central Hidroeléctrica de Aldeadávila, icono de la ingeniería en España
La central hidroeléctrica de Aldeadávila está ubicada en el Parque Natural de Arribes del Duero, en la provincia de Salamanca. Construida hace más de medio siglo, esta infraestructura histórica de Iberdrola es una de las principales plantas generadoras de energía en España. Tiene una capacidad instalada de 1.242 MW y produce más de 2.400 GWh anuales, suficiente para abastecer a 733.000 hogares y reducir las emisiones de CO2 en 1,3 millones de toneladas al año.
La central consta de dos instalaciones: Aldeadávila I, operativa desde 1962, y Aldeadávila II, inaugurada en 1986. Aldeadávila I tiene un salto bruto de 139,80 metros y seis grupos generadores con una capacidad de 809,71 MW, mientras que Aldeadávila II cuenta con un salto bruto de 137,83 metros y dos grupos generador-bomba de 432,93 MW.
El río Duero, con su gran caudal y desnivel, proporciona condiciones ideales para la producción de energía hidroeléctrica en Aldeadávila, que es la central con mayor producción de España. La presa, una de las más altas del país, mide 139,50 metros de altura y puede embalsar 115 hectómetros cúbicos de agua en una superficie de 368 hectáreas.
Además de su función energética, la central de Aldeadávila es un atractivo turístico destacado, con un mirador espectacular sobre la presa que atrae a miles de visitantes cada año. La infraestructura subterránea incluye 12 kilómetros de túneles, y el embalse se ha convertido en un símbolo de ingeniería y desarrollo sostenible en la región.
La apuesta de Iberdrola por la energía limpia comenzó con los Saltos del Duero, un proyecto hidroeléctrico que aprovechó la caída del agua en los ríos Esla y Tormes. Este proyecto no solo reguló el caudal de los ríos, sino que también garantizó la producción de energía en centrales aguas abajo, contribuyendo significativamente al desarrollo económico de España en las décadas de 1960 y 1970.