Aprobado el Real Decreto de innovación regulatoria en el sector eléctrico
El Consejo de Ministros ha aprobado este 11 de julio el Real Decreto por el que se establece el marco general del banco de pruebas regulatorio para el fomento de la investigación y la innovación en el sector eléctrico. Permitirá crear espacios experimentales acotados y seguros donde testar proyectos piloto que requieran, para su ejecución, alguna exención regulatoria en el ámbito del sector eléctrico.
La norma desarrolla el marco general de los bancos de pruebas (sandboxes) en lo que se refiere a los requisitos que han de cumplir los proyectos. Por ejemplo, cómo se articula el acceso y el desarrollo de las pruebas, o cómo pueden participar otros agentes distintos del promotor del proyecto. También establece un sistema de seguimiento de las pruebas, supuestos de cese y suspensión, y cuestiones relativas al aprendizaje regulatorio derivado de estas iniciativas.
Podrán acceder al sandbox aquellos proyectos piloto que requieran al menos una exención en la regulación del sector eléctrico y cuyo objetivo final sea dar lugar a una innovación regulatoria. Deberán tener carácter limitado en cuanto a volumen, duración y ámbito geográfico, garantizar la ausencia de riesgos para el sistema eléctrico, asegurar la protección de los consumidores y cumplir el principio de sostenibilidad económica y financiera del sistema eléctrico.
Algunos ejemplos de proyectos piloto que se presentaron a la Manifestación de Interés específica lanzada por el MITECO sobre sandboxes son los agregadores energéticos.
El acceso al banco de pruebas se convocará por Orden ministerial. Constará de dos fases: una primera de evaluación previa de los proyectos, y una segunda en la que los promotores admitidos deberán suscribir un protocolo de pruebas.
La transición energética crea un escenario de creciente penetración de energías renovables en el sector eléctrico. En este camino hacia un sistema energético descarbonizado, distribuido, democratizado y digitalizado, es necesario contar con una regulación más innovadora.
Disponer de sandboxes regulatorios, espacios controlados de investigación e innovación, supone una doble ventaja. Por un lado, permite la elaboración o actualización de normas, aplicando las mejores prácticas. Por otro, facilita la investigación y la innovación en el ámbito del sector eléctrico.